Como todos los años, este día es muy especial para todos nosotros, los feligreses que formamos partes de una comunidad parroquial. El 4 de agosto, la Iglesia celebra la Memoria Obligatoria de un santo cura francés llamado Juan María Vianney, pero más conocido como el Cura de Ars.
No pretendo contarle la historia de cómo este humilde campesino que pasó por el seminario con muchas dificultades en el aprendizaje del latín, pero que fue ordenado por su corazón y sencillez, por ser un hombre de mucha oración (en especial del santo rosario). Ars a su llegada era un pueblo muy lejano y además perdido en el tema de la fe, muy lejos de Dios. Pero el testimonio de este sencillo hombre, convirtió los corazones y no sólo de Ars, sino que de otros lugares de Francia, que llegaban a confesarse con este hombre que ya entonces tenía fama de santo.
Nosotros católicos celebramos el día del Párroco cada 4 de agosto. Es un día para rezar y compartir con nuestros sacerdotes, pero en especial orar por quien tiene la misión de guiar tantas almas (una gran responsabilidad que sólo en el cielo lograremos entender). En nuestra parroquia, actualmente el Padre Tomás Carrasco, quien es su primer año y primera experiencia como párroco.
Tucapel preparó una ceremonia para celebrar este importante día, comenzando con una hermosa Eucaristía donde el énfasis en la homilía fue: nosotros debemos dar testimonios y ser otros curas de ars, desde nuestra realidad, nuestro apostolado, donde vivimos... ya que poseemos por el bautismo el sacerdocio... Insistió nuestro párroco en la importancia de un compromiso de rezar por nuestro párroco siempre.
Luego de tocar en misa junto al Lucho, el Tito Vallejos y la Carina, fuimos a la convivencia, donde fue un grato momento en el salón de la parroquia. Quiero rescatar el brindis de don Eduardo Vielma por nuestros párrocos anteriores, quienes también han pasado por aquí y nos han entregado los sacramentos. En lo personal llamé también a nuestro anterior párroco, Padre Ramón Henríquez para que sepa que está en nuestras oraciones y que esperamos que Dios le bendiga siempre su ministerio (bueno, también pedir por su tía monjita de Panguipulli y por el futuro de la radio diocesana, Reina del Cielo). En la convivencia degustamos un rico "navega'o" con sopaipillas calentitas... por supuesto, una rica torta, jejeje.
Bueno, decir que es un privilegio contar en nuestra historia parroquial con tan buenos sacerdotes, que desde su pequeñez han querido servir al pueblo de Dios en tal hermoso ministerio. Insisto en la oración constante por nuestros sacerdotes: P Tomás, P Pedro, también por Javier, Cacán y Miguel para que el Señor les ayude a perseverar la vocación que han sido llamados... y también por nuestro anterior párroco por su ministerio y la salud de la tía monjita.
Agradezco a quienes agancharon mi invitación para ir a Tucapel a celebrar el día del Párroco: Bea, Max y Lucho. Entiendo que en Huépil quizás el día domingo saluden al Padre Tomás. Como no también felicitar a esas santas mujeres que estuvieron friendo en la cocina mientras que los otros compartíamos en el salón...
Nosotros católicos celebramos el día del Párroco cada 4 de agosto. Es un día para rezar y compartir con nuestros sacerdotes, pero en especial orar por quien tiene la misión de guiar tantas almas (una gran responsabilidad que sólo en el cielo lograremos entender). En nuestra parroquia, actualmente el Padre Tomás Carrasco, quien es su primer año y primera experiencia como párroco.
Tucapel preparó una ceremonia para celebrar este importante día, comenzando con una hermosa Eucaristía donde el énfasis en la homilía fue: nosotros debemos dar testimonios y ser otros curas de ars, desde nuestra realidad, nuestro apostolado, donde vivimos... ya que poseemos por el bautismo el sacerdocio... Insistió nuestro párroco en la importancia de un compromiso de rezar por nuestro párroco siempre.
Luego de tocar en misa junto al Lucho, el Tito Vallejos y la Carina, fuimos a la convivencia, donde fue un grato momento en el salón de la parroquia. Quiero rescatar el brindis de don Eduardo Vielma por nuestros párrocos anteriores, quienes también han pasado por aquí y nos han entregado los sacramentos. En lo personal llamé también a nuestro anterior párroco, Padre Ramón Henríquez para que sepa que está en nuestras oraciones y que esperamos que Dios le bendiga siempre su ministerio (bueno, también pedir por su tía monjita de Panguipulli y por el futuro de la radio diocesana, Reina del Cielo). En la convivencia degustamos un rico "navega'o" con sopaipillas calentitas... por supuesto, una rica torta, jejeje.
Bueno, decir que es un privilegio contar en nuestra historia parroquial con tan buenos sacerdotes, que desde su pequeñez han querido servir al pueblo de Dios en tal hermoso ministerio. Insisto en la oración constante por nuestros sacerdotes: P Tomás, P Pedro, también por Javier, Cacán y Miguel para que el Señor les ayude a perseverar la vocación que han sido llamados... y también por nuestro anterior párroco por su ministerio y la salud de la tía monjita.
Agradezco a quienes agancharon mi invitación para ir a Tucapel a celebrar el día del Párroco: Bea, Max y Lucho. Entiendo que en Huépil quizás el día domingo saluden al Padre Tomás. Como no también felicitar a esas santas mujeres que estuvieron friendo en la cocina mientras que los otros compartíamos en el salón...
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