Estos dos últimos días, continuamos disfrutando vacaciones, dormir hasta tarde (cuando me dejan, jejeje)... pero también he acompañado a misas y a visitar enfermos a nuestro párroco. Así que el lunes tempranito tomaba desayuno para viajar a Polcura.
Temprano en Polcura nos esperaba don Reinaldo para visitar algunos enfermos. Quiero recordar entre ellos a la abuelita Nieves, quien se ha hecho famosa, pues ha cumplido 111 años (legalmente reconocidos, aunque ella asegura haber sido inscrita cuando ya tenía conciencia, 6 o 7 años aprox).
Estuvimos compartiendo con ella, rezamos, etc... pero lamentablemente está un poco sorda, por lo que había que gritar y además su memoria estaba algo deteriorada (no recordaba al Padre Tomás), pero lo positivo era, que luce de salud (y eso que en Polcura ha nevado, y hace unos fríos intensos).
Don Reinaldo le lleva la comunión todas las semanas y pidió autorización para que pudiese ella comulgar dos veces más en la semana, pues explicaba la abuelita que le hacía sentir muy bien (espiritual y físicamente).
Claro que el enfermo que nos dejó casi en pana, fue la camioneta... la cual tuvimos que atenderla allá y perdimos un rato en esto... ya en la tarde fuimos a un funeral a Trupán de una mamá de una de las legionarias de María de Tucapel.
No sólo estos enfermos visité, también estaba al tanto del Nicolás Melo, la Paola y la Cindy, todos ya casi saliendo de sus enfermedades. Les envío un saludo afectuoso a cada uno de ustedes.
Bien, Javier también ha llegado a nuestras tierras, aunque no lo he visto. Sé que está muy contento con su retiro y que debió rendir un examen en el Seminario, con lo cual estaría intelectualmente acreditado para su nuevo paso.
Estuvimos compartiendo con ella, rezamos, etc... pero lamentablemente está un poco sorda, por lo que había que gritar y además su memoria estaba algo deteriorada (no recordaba al Padre Tomás), pero lo positivo era, que luce de salud (y eso que en Polcura ha nevado, y hace unos fríos intensos).
Don Reinaldo le lleva la comunión todas las semanas y pidió autorización para que pudiese ella comulgar dos veces más en la semana, pues explicaba la abuelita que le hacía sentir muy bien (espiritual y físicamente).
Claro que el enfermo que nos dejó casi en pana, fue la camioneta... la cual tuvimos que atenderla allá y perdimos un rato en esto... ya en la tarde fuimos a un funeral a Trupán de una mamá de una de las legionarias de María de Tucapel.
No sólo estos enfermos visité, también estaba al tanto del Nicolás Melo, la Paola y la Cindy, todos ya casi saliendo de sus enfermedades. Les envío un saludo afectuoso a cada uno de ustedes.
Bien, Javier también ha llegado a nuestras tierras, aunque no lo he visto. Sé que está muy contento con su retiro y que debió rendir un examen en el Seminario, con lo cual estaría intelectualmente acreditado para su nuevo paso.
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