Los abuelitos estaban un poco triste, pues hace dos domingos uno de sus compañeros partió a la casa del Padre.
No tardó mucho en partir, se enfermó, el Padre Pedro lo fue a visitar al hospital y le dio la Unción de los enfermos, pero lentamente comenzó a despedirse.
Según nos contaba la señora que está a cargo del hogar, el abuelito el último día estaba muy alegre, pero, presentía que era la hora de su partida... así que pidió que se contactarán con sus familiares de Quilleco para que se despidiera.
Se rezó por él, alcanzaron a llegar sus hijos y luego, lleno de paz partió.
Finalmente, me encontré en el hospital con la hija de la encargada del hogar, quien me contó todo esto y me invitó para que fuera a ver a los abuelitos. Así que partí al día siguiente a ver como estaban y prometí una visita apoteosica el siguiente viernes.
Pero invité como 5 y al momento de ir estaba solo, lo bueno, es que la Paola se integró cuando ya estaba en el hogar con mi guitarra. Le cantamos a los abuelitos, música folclórica, religiosa, etc...
Jajaja, notarán en el video que estoy desafinado.. pero fue porque Paola no encontraba el tono adecuado para mi grandiosa voz... jijiji.
Terminamos con una oración, encomendando a la Virgen María sus vidas, que Dios les diera la fortaleza para enfrentar el dolor de la enfermedad y la soledad... nosotros sabemos que ellos son los predilectos de Jesús.
Les prometí a los abuelitos que los visitaría de nuevo y que el Padre Pedro les celebraría una misa antes de partir a Los Angeles, pues, este año que recién pasó, no tuvieron ninguna misa al parecer...
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